1) ¿Por qué "Nani"? Debés ser el único Ignacio al que no le dicen "Nacho"?
Mi hermano más chico me decía así, imagino que porque no le salía "Nacho" y sólo podía decir "Nani". Al menos eso contaban mis viejos. Tampoco es algo raro que los "nuevos" de las familias cambien los apodos.
2) ¿Recordás cuándo te diste cuenta de que corrías rápido?
No, es algo que está conmigo desde chico; es muy natural para mí, jamás lo viví como algo que me diferenciaba del resto. En los cumpleaños y en el colegio era el último o uno de los últimos a los que alcanzaban. En el caso del rugby, de chiquito me pusieron en la punta. Ahora tengo que ver un video para acordarme de que corría rápido, me cuesta creerlo (risas). Una vez me tomaron el tiempo en 60 mts, en el Cenard. Si no me acuerdo mal fue 6s47 y "El Gráfico" lo comparó en una nota con el del "Piojo "López, que estaba en la Selección y también era rápido.
3) ¿Cómo contás qué significa ponerse la camiseta de Los Pumas?
Es muy fuerte. Es mucho más que un buzo o un pedazo de género en dos colores. Tiene su peso, es una representación nacional, familiar y de amistad; también te representás a vos mismo. Son pocos los que tienen la posibilidad de defenderla y, entonces, es un inmenso privilegio que hay que tomar como profunda responsabilidad que debe ser asumida con todo lo que se tiene. Por último, también es una sensación muy gratificante.
4) ¿Y jugar un Mundial? Estuviste en tres?
En lo deportivo es lo mejor que te puede pasar, es lo máximo, nadie tiene dudas de eso. Si te gusta jugar al rugby, si tenés como objetivo representar a tu país, probarte en el más alto nivel y todas esas cosas, nada se parece a un Mundial. No hay que perder de vista que al rugby lo "hacen" miles y miles de jugadores de distintas edades y que son muy pocos, los que llegan a Los Pumas. Y menos aún, los que están en un Mundial.
5) ¿Cómo ves a Los Pumas en el próximo?
Les tengo fe, creo que tienen un grupo como para hacer un buen papel, pueden llegar a ser un muy buen conjunto. La etapa de conformarse como equipo, en las facetas de juego, de integración, de complementación, de amistad y afinidades, de respeto entre ellos y con el entrenador, es muy particular de cada caso. Por eso es difícil hablar desde afuera. Los vi bien en los tramos previos, en este último tiempo, y creo que, de entrada, pueden hacer un buen partido con Inglaterra y ver qué pasa. Aunque hablar de resultados es difícil, ese partido puede marcar lo que ocurra después.
6) Hay algo en lo que el jugador argentino es mejor que los demás?
En su cabeza, en su mentalidad, en su determinación. Los Pumas siempre fueron un equipo inferior a los mejores en lo físico y en lo técnico. Y tuvieron (tuvimos) que compensar con la actitud, la decisión. De acuerdo a los distintos planteles eso se expresó en alguna faceta o característica del juego, ya sea el scrum, la combatividad de los forwards o con tres cuartos también competitivos. Cuando sos Puma sabés que no podés dudar, si enfrente están los mejores, es imprescindible estar más convencido que el rival para poder darlo todo. Podríamos decir que es una virtud que nace de una falencia. Hay que saber lo que uno tiene, trabajar sobre eso, exprimirse al máximo. Eso te va a dar más posibilidades de superar los aparentes límites. Es un proceso dinámico, muchas veces invisible, en el que varias personas terminan conformando un grupo. En eso somos los mejores.
7) Desde estas palabras, ¿cómo evaluás el tercer puesto de 2007?
No lo veo como un milagro, a Francia y a Irlanda ya se les había ganado. Nosotros sabíamos lo que teníamos, cuánto habíamos trabajado, cuánto podíamos entregar. Hay cosas de sensación que se perciben en la convivencia, en cómo se toma una noticia, se recibe una orden, se acepta una suplencia. Todas esas cosas, muchas veces, explican lo que desde afuera se ve como un milagro. El nervio está adentro, sólo adentro. La percepción general era que Los Pumas no podían hacer lo que hicieron; nosotros sí lo creíamos. Ganarle a Francia en la inauguración fue algo muy fuerte, sin dudas, pero no fue un milagro. Ni eso ni el tercer puesto. Si se repitieran las condiciones, ese grupo podría lograr otra vez lo mismo.
8) La imagen de tus tries a Francia está en la historia?
Fue muy lindo, obviamente, me puso y nos puso muy contentos a todos. En corridas de ese tipo, por más que sean largas, no hay tiempo para pensar ni sentir nada. Uno sólo trata de correr, cada vez más rápido. Apuntar al ingoal y hacer el try. Ambos eran partidos importantes, los tries tuvieron impacto para el día y para lo que llegó después.
9) ¿Hubo algo malo en ese Mundial?
No salir campeones. Eso fue lo único malo.
10) De esos días, ¿podés destacar alguna virtud por sobre el resto?
Entre tantas cosas buenas, la convivencia. Había distintas formas de ser, diversas líneas de pensamiento, y fuimos capaces de dejar todo de lado y concentrarnos en el equipo. La clave estuvo ahí. La humildad fue un punto vital. Asumir que derrotaste a Francia en el debut y que sin embargo no habías ganado nada no era sencillo, daba para agrandarse un poquito y no lo hicimos, nos mantuvimos en la medida justa.
11) ¿Te hubiese gustado jugar en otra posición?
Lo que tiene jugar de fullback es que entrás poco en la fricción. Los golpes y roces suelen ser fuertes pero no son continuos, son contadas las situaciones de contacto que tenés en un partido, si las comparás con otros puestos, por ejemplo centro. Ese aspecto del juego me gusta mucho. Ser full back es un poco solitario, trabajás en tándem con los wings, casi en un mismo plano, pero estás un tanto alejado de la primera línea de defensa, repito, donde hay contacto permanente. Ahí me hubiese gustado jugar, de centro o de ala, un puesto en el que sí o sí, entrás en roce con el rival y tenés más contacto con tus compañeros.
12) ¿Qué significa la camada ?77 de CUBA?
Es la camada del corazón. Yo nací en el ?78 pero desde temprano me sentí más identificado y más parte de ese grupo del ?77. Por distintas razones, fue así. Son mis amigos de hoy, de siempre, por ellos me perdí un Mundial con Los Pumitas jugado en Argentina. El rugby como símbolo de relación, formación personal y amigos, es la camada ?77.
13) Te mudaste a Europa a los 21 años. ¿Qué te dio ese viaje?
Jamás tuve el objetivo de jugar al rugby profesionalmente, era algo que antes no existía. Hoy, la mirada puede que sea algo diferente. No te digo a los 6 años pero a los 15/16, ¿por qué no? Varios lo deben manejar como posibilidad. En mi caso jamás fui fanático de mirar cada partido, saber quién era tal o cual jugador. Sólo me volvía loco por entrenarme, jugar y disfrutar del tercer tiempo. Pero cuando en las distintas etapas me fueron seleccionando, me consideraron y tuvieron en cuenta, mi cabeza cambió un poco. Fue como empezar a darme cuenta que podía, que mi límite no estaba en la primera de mi club. Entonces, aparecieron desafíos. Mis hermanos me apoyaron, mis amigos también, y viajé. Estar en Europa desde joven, haciendo mi camino con menos protección y contención, no me hizo más grande de por sí. Sólo me puso frente a situaciones que otros de la misma edad no vivían. Y esas situaciones me obligaron a tomar decisiones. Si aprovechás eso, aprendés, sumás experiencia y crecés. Otro país, otra gente, idioma, comidas, costumbres diferentes. Madurás más rápido, aunque no quieras.
14) ¿Algo de tus años en CUBA?
Es el club en el que empezó todo, un sitio especial, mi gente. Cuando me fui a Europa no podía entender que la institución me diera vuelta la cara: si no me iba bien no podría volver a jugar en mi club. ¿Y la prédica de los valores? Todo sonaba y suena contradictorio. Cuando volví, esa puerta cerrada fue determinante para marcar mi retiro. Sigo sin entender esas decisiones, hay que terminar con esas zonas grises, en CUBA, en otros clubes y en la Unión de Buenos Aires.
15) Narbonne te permitió llegar al rugby francés?
Fue un primer año excelente. Una ciudad chiquita, de 50.000 habitantes. En el equipo ya estaban Gonzalo Quesada y Mario Ledesma, que me ayudaron mucho. Fue ideal para la adaptación, funcionamos muy bien. El equipo debía remarla, no le sobraba nada y llegó a una final importante. Nos divertimos mucho. El segundo año tuve lesiones y me había cansado de esa ciudad chiquita que, ya adaptado a estar lejos, me atraía menos.
16) ¿Y tu paso por Stade Francais?
Fue increíble. París es la mejor ciudad del mundo. En lo deportivo estaba yendo a lo mejor de lo mejor. Salí campeón, no tiene contras esa etapa. Durante el primer año jugué el mejor rugby de mi vida. La final que le ganamos a Toulouse es un momento imborrable de mi vida.
17) Posaste desnudo para un calendario del club. ¿Te arrepentís?
No. Nos divertimos mucho, así lo tomamos en su momento, nada más. Podría decirte que me sentí algo incómodo pero que, como estábamos varios jugadores juntos, lo llevamos bien. Mas allá del gesto de buena voluntad, en el contrato con el club existía una cláusula que prácticamente no te daba margen para negarte. Y también había un fin solidario.
18) ¿Tuviste un ídolo?
No. Kirwan fue alguien a quien miré mucho, siendo yo más chico era como una referencia para cualquiera que jugara de wing y que pensara en llegar a la primera de su club. Lomu también nos marcó a todos, unos años más adelante. Fue un jugador diferente del resto, a tal punto que obligó a acomodar ciertos esquemas defensivos para poder marcarlo. A nivel local, a nivel club, Bernardo Miguens era alguien que imponía respeto, me encantaba cuando iba a buscar la pelota arriba. Pero ningún argentino me produjo tanta admiración como Campese, Cullen o tantos otros de afuera.
19) ¿Qué genera el Hakka de los All Blacks antes de enfrentarlos?
Por un lado mete miedo, inspira mucho respeto. Hay que estar ahí, ver que te gritan, que te desafían, son enormes, tienen la camiseta más importante del rugby. Es un momento para recordar. Y sabiendo lo que viene cuando empieza el juego, hay que pararse y tratar de motivarse con eso.
20) ¿Un referente a nivel local?
Creo que Felipe Contepomi es el mejor jugador argentino de todas las épocas, por destreza técnica, nivel físico y mentalidad. Y Juan Martín Hernández es el otro diferente, el tema es que, un poco por edad y otro por las lesiones, no tuvo continuidad como Felipe. Eso los diferencia: Felipe lleva 12 años en ese nivel, a Juan le falta un tiempo para eso.
21) ¿Qué tan determinante será su ausencia en Nueva Zelanda?
Difícil poner un número, hacer una estimación cuantitativa. Juan Martín aporta en el juego, contagia al de al lado, lo llena de confianza, tiene experiencia, siembra dudas en el rival. Cambiar un apertura siempre es riesgoso porque es un puesto vital. Será una baja muy importante, aún cuando su presencia tampoco aseguraría ningún resultado.
22) Un compañero, un amigo en el rugby, y un amigo en Los Pumas...
Como compañeros elijo a mis hermanos, en especial "Nico", que fue con quien más jugué. Como amigo del rugby, Rafael Poulen, con quien compartí mi tiempo en Stade Francais. Y de Los Pumas, los mismos que hicimos el camino juntos desde Pumitas: Felipe Contepomi, Martín Durand, Lucas Borges.
23) Un jugador que te resultara especialmente difícil de marcar?
La lista puede ser larga. Lomu no puede faltar. Hay wings rápidos, jugadores más hábiles, otros que me complicaban no por la velocidad sino por las patadas. Mi lucha era más con los aperturas que me mataban con el pie. Biarritz tenía un apertura que pateaba con derecha y un primer centro que lo hacía de zurda, esa combinación es incómoda para los fullbacks. No me acuerdo los nombres; sí que sufría contra ellos. Individualmente, Rougerie era alguien difícil, rápido y fuerte, pisa bien. Me ha hecho medialunas por afuera y me pasó por arriba por rigor físico también.
24) ¿Un equipo rival?
Con Cuba, el CASI. Con los Pumas, Francia fue un clásico. Irlanda también fue un equipo muy especial para nosotros, nos motivaba de manera profunda. El Leicester, de Inglaterra, siempre nos complicó con Stade Francais.
25) ¿Una virtud y un defecto?
El timming para entrar en ataque, la lectura de esa situación me permitía sacarle todo el jugo a mi velocidad natural. Y como defecto, el pase largo a la carrera.
26) ¿Qué jugador pudo haber sido más de lo que fue?
Matías Trotta, un ala de CUBA. Tuvo un momento tremendo, era imparable, un superdotado físico, estaba en tres lugares al mismo tiempo. Me acuerdo que se decía que era muy petiso, que por eso no lo convocaban, pero eso es muy relativo. Francisco Irarrázabal (ala de Newman), medía lo mismo y jugó un Mundial. Sin dudas Matías podría haber jugado también.
27) ¿Un capitán y un entrenador?
"Juanjo" Villar y Marcos Ortiz de Rosas, en CUBA, fueron dos buenos capitanes. Como entrenador, me quedo con Loffreda. Podría nombrar a Alex Wyllie pero estuvo poco tiempo en Los Pumas, y no me une a él la relación que tengo con "El Tano". Nuestro vínculo evolucionó con el tiempo. Arrancamos de una forma, terminamos de otra. Maduramos juntos la relación, la hicimos crecer.
28) ¿Te acordás de tu primer try en Los Pumas?
El 15 de septiembre de 1998, durante una gira por Japón. Lamentablemente perdimos el partido, no fue la mejor de las giras. En un Mundial, no apoyé en 1999 y tuve que esperar a la inauguración de 2003, contra Australia, para sacarme las ganas.
29) ¿Tu carrera tiene un partido más lindo?
Por suerte son varios. Con la camiseta de Cuba, con mis hermanos de compañeros, jugando contra el SIC, allá por 1997 o 1998. Los dos wings y el fullback éramos tres Corleto, eso no me lo olvidaré jamás. También puedo nombrarte la final que le ganamos a Toulouse con Stade Francais, estadio a pleno, fue espectacular. Y los dos a Francia en el Mundial 2007.
30) Por último: ¿algún secreto de vestuario se irá con vos a la tumba?
Sí, sí. Hay cosas que mueren allí, en el vestuario.